Luego del 4 julio la demanda de gasolina experimentó un descenso, pero la oferta de petróleo volvió a caer
La baja demanda de gasolina en 2020 provocó un desplome de los precios del combustible, que causaría este año un efecto rebote, debido a la reactivación de la economía con la vuelta a la nueva normalidad. También se sumó la temporada de viajes y de mayor movilización, como de costumbre ha ocurrido históricamente, según explica Dean Foreman, economista en jefe de American Petroleum Institute (API).
“Los precios promedio recientes de la gasolina en los EEUU han sido de aproximadamente $3.10 por galón para la regular y $ 3.72 para la calidad premium, según la American Automobile Association (AAA). Mes a mes, estos han aumentado alrededor de 5 centavos por galón, y un poco más de 90 centavos por galón desde el año pasado. Los precios de la gasolina en junio han estado alrededor de un 11% por encima del promedio del año hasta ahora. Si lo comparamos con las normas históricas de junio, eso es correcto. La temporada de manejo en verano, con su mayor demanda, suele ser aproximadamente un 8% más alta que el promedio anual”, comentó en una sesión de preguntas y respuestas publicadas en el blog de la organización que representa.
Sin embargo, luego del 4 julio la demanda de gasolina experimentó un descenso, pero la oferta de petróleo volvió a caer, según el reporte semanal de la Administración de Información Energética (EIA, por sus siglas en inglés), que reseña Gas Buddy. El documento especifica que a pesar de haber disminuido a 9,28 millones de barriles diarios (760 mil por debajo que la semana previa), «en lo que va de 2021, la demanda implícita (‘productos suministrados’) es un 10,2% más alta que en 2020».
La EIA estima que el precio de la gasolina regular en 2021 terminará promediando a $2,77 por galón, mientras que el gasto de los hogares alcanzará los $570 más en uso de combustible en comparación el año pasado, según reportó AP. Aunque en particular para la temporada de viajes entre abril y septiembre el precio promedio se elevaría a $2,92 por galón.
Según Foreman, los datos primarios de API muestran que en la mayoría de los meses en lo que va de año la demanda de petróleo en EEUU se ha equiparado casi a la de 2019, lo que representa un punto de referencia alto, previo a la pandemia, sobre todo porque los meses de abril y mayo fueron uno de los más altos en los últimos 11 años.
“En algún punto, a fines de 2019 EEUU estaba cerca de los 13 millones de barriles por día de producción de petróleo crudo. Ahora estamos alrededor de 11 millones, hemos bajado aproximadamente 2 millones de barriles por día. En vista de esto, tenemos una actividad de perforación que es como la mitad de lo que era en 2019. Tenemos un suministro que permanece sólido, pero no está creciendo hacia los 13 millones de barriles por día en este momento. Más bien, ha estado fluctuando en un rango y no ha mostrado una trayectoria constante para recuperarse a los niveles de 2019”, dijo Foreman.
De igual manera, para el experto, las decisiones en cuanto a políticas “tienen consecuencias naturales”, ya que pueden influir en las expectativas de precios.
“Cuando la administración Biden indica que quiere incentivar un cambio en el uso del petróleo y otros combustibles fósiles y luego toma acciones como las que hemos visto: congelar el arrendamiento de petróleo y gas natural en tierras federales, cancelar el proyecto de oleoducto más grande entre Estados Unidos y Canadá en Keystone XL, considerando que la industria del petróleo debe tener impuestos mayores y ser tratada de manera diferente que cualquier otro sector manufacturero, esto agrega incertidumbre sobre si las inversiones de larga duración en combustibles fósiles valdrán la pena, lo cual es una señal completamente negativa para que la industria sea capaz de satisfacer la demanda de los consumidores en el futuro inmediato y próximo”, sentenció Foreman.
Por su parte, el bolsillo de las clases más desfavorecidas se ha visto afectado en la adquisición de distintos bienes y servicios con el incremento de los precios debido a la inflación por la que atraviesa el país, que ha sido calificada como “temporal” por la Reserva Federal. A esto se suman los gastos adicionales por concepto de combustible, en un momento en el que a los trabajadores de tiempo completo se les dificulta pagar, incluso, el alquiler de vivienda con un empleo de 40 horas a la semana devengando el ingreso mínimo federal de $7,25 por hora, de acuerdo con la Coalición Nacional de Vivienda para Personas con Bajos Ingresos.