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Entrevista: Dr. Chris Miguel Wilkie busca más representación de hispanos en STEM

Según el nuevo CEO de la Sociedad de Ingenieros Profesionales Hispanos (SHPE), la diversidad genera diseños innovadores e inclusivos con perspectivas únicas

Por Ricardo Sánchez Silva, @RicardoLoDice, NAHP Media Correspondent

Más de cuatro años pasó el Dr. Chris Miguel Wilkie como Director Ejecutivo de la Sociedad de Ingenieros Profesionales Hispanos (SHPE), antes de recibir la noticia de que se convertiría en el nuevo CEO de la organización, su trabajo soñado, como él mismo lo describe, bajo circunstancias que lo emocionan y que ni siquiera imaginaba siete años atrás. Sin embargo en su gestión anterior descubrió algo que atesora y que considera fundamental en su nuevo rol: el concepto de familia dentro de esta organización sin fines de lucro.

“Realmente creo que cada empresa, negocio y lugar de educación sería mejor si los miembros de nuestra Familia se convirtieran en líderes en sus organizaciones. Y eso es en lo que planeo trabajar todos los días”, asegura Wilkie, quien se siente orgulloso de los resultados en su cargo anterior, que lo impulsan a tomar nuevos retos en su liderazgo actual. Parte sus logros se reflejaron en el crecimiento del presupuesto del 30% y alcanzar un número récord de miembros (más de 13 mil). La educación en carreras vinculadas con la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) dentro de la comunidad latina es clave, a su juicio, para una representación equitativa en las fuerza laboral de estas áreas. “Si los hispanos tienen representación en STEM, el mundo se beneficiará de diseños innovadores e inclusivos, porque se tendrán en cuenta sus perspectivas únicas”.

Según Wilkie, “los hispanos representaban el 18% de la fuerza laboral de EEUU en 2019, pero poco más del 8% de las ocupaciones de ingeniería. Estamos logrando un progreso lento y constante para que la representación en la fuerza laboral de ingeniería se alinee con la representación en la fuerza laboral en general, pero ese cambio no está sucediendo lo suficientemente rápido”. 

A corto plazo, el ejecutivo busca que SHPE se centre en seguir creciendo de forma escalable y sostenible, evaluar las necesidades de sus miembros para garantizar sus esfuerzos de innovación con el mayor impacto posible, mientras que a largo plazo se propone ampliar el presupuesto de $11 millones a más de $20 millones en los próximos 4 a 5 años. “Sabemos que todavía existe una gran brecha entre los hispanos que buscan títulos de STEM y los que en realidad son miembros de SHPE. Por lo tanto, quiero abordar directamente la retención de nuestros miembros estudiantes que se convierten en miembros profesionales de por vida”.

Sobre el futuro de los jóvenes en STEM, Wilkie considera que la legislación bipartidista en el Congreso beneficiará, pues se han pedido aumentos sólidos en los fondos para la National Science Foundation, así como un director de diversidad en NSF. “Además, el proyecto de ley de asignaciones presentado recientemente por el Comité de Asignaciones del Senado incluyó directivas para ayudar a las Instituciones de Servicio a Hispanos, que están capacitando a nuestra próxima generación de profesionales STEM”.

El directivo también hace mención a la iniciativa Build Back Better, que se enfoca en las necesidades de la comunidad latina con respecto a la educación superior. “Cuando uno considera la cantidad de empleos de energía limpia que la legislación podría crear, uno puede ver fácilmente que la marea debería levantarse. Los profesionales hispanos de STEM y los jóvenes que recién comienzan son el sustento de la misión de SHPE”.

Al consultarle sobre los principales desafíos cuando se trata de empoderar a la comunidad hispana para que sea parte de STEM y hagan un impacto e la nación, el ejecutivo se extiende en una lista de asuntos pendientes, que van desde micro agresiones, prejuicios implícitos, amenazas estereotipadas en lugares de trabajo, pasando por la falta de modelos a seguir y limitaciones en el acceso a la educación hasta características de interseccionalidad como etnia, género, sexualidad, estado de primera generación,  discapacidades, estado socioeconómico bajo o estatus migratorio que marcan a los estudiantes.

“Dados todos esos desafíos, capacitar a los hispanos para que obtengan títulos y carreras STEM puede ser abrumador. Pero la recompensa para la comunidad, el país y el mundo hace que valga la pena. La diversidad impulsa la competencia y la innovación y conduce a mejores soluciones a los problemas que abordan las industrias STEM”, firma el CEO de SHPE.

Su mensaje es claro: “La demanda de ingenieros, científicos y técnicos está aumentando. ¡El futuro es brillante, estable y satisfactorio para aquellos que decidan entrar en este campo! Por supuesto, esto es más fácil decirlo que hacerlo para nuestros estudiantes hispanos, especialmente las mujeres. Se enfrentarán a obstáculos, como falta de representación, falta de comprensión cultural, falta de financiación. Pero quiero ayudarlos a comprender el viaje. Habrán contratiempos, pero siete fallas, presentan ocho oportunidades para aprender y recuperarse”, concluye el ejecutivo, quien pone a la organización que representa al servicio de los hispanos en STEM.